domingo, 2 de agosto de 2009

Ilumine, Zaiat, ilumine: El cuento de la segmentación

Por Alfredo Zaiat

buzzipalomo En varios temas vinculados con la economía existen lugares comunes que al expresarse reciben la aceptación de auditorios sensibles. En el caso específico de las retenciones a cuatro cultivos clave, el discurso políticamente correcto desde el universo del progresismo refiere a la necesidad de segmentar la carga de los derechos de exportación según extensión del predio o volumen de producción. Incluso uno de los principales argumentos para cargar la culpa al Gobierno por la derrota de la Resolución 125 apunta a la torpeza política de haber aglutinado a todos los productores de la Pampa Húmeda sin separar a pequeños y medianos de los grandes. Insistir con esa idea puede calmar conciencias por haberse abrazado a la Sociedad Rural, pero a esta altura resulta una cínica simulación. La activa participación de la Federación Agraria Argentina en la vida social de la Exposición Rural, además de la férrea alianza que constituyó en la Mesa de Enlace desde marzo de 2008, debería ofrecer la oportunidad de replantear esa ficción de segmentación que entusiasma al arco progresista. Más aún cuando los supuestos beneficiarios ya la han rechazado en el abortado proyecto modificado en Diputados de retenciones móviles. Esa impugnación brindó contundentes evidencias para empezar a familiarizarse acerca de la relevante transformación de ese sujeto agrario. De ese sufrido y laborioso chacarero en su pequeña parcela que pena ante el avance de los terratenientes con grandes capitales. Ese retrato sólo ha quedado en el imaginario de cierta corriente política que aún piensa que existen intereses divergentes entre esos productores, y que se niega a escuchar una y otra vez los discursos excitados de esos líderes campestres hermanados.

La propuesta de la Mesa de Enlace consiste en una fuerte baja de las alícuotas de los Derechos de Exportación, hasta cero para el trigo, maíz y girasol y del 35 al 25 por ciento para la soja. Para este último cultivo se plantea un esquema de segmentación, impulsado por la FAA para seguir confundiendo a la tribuna que la añora, que es lo mismo que presentar una disminución generalizada puesto que alcanzaría a casi todos los productores. Más allá de ese juego político, a nivel operativo la segmentación es de difícil fiscalización por la elevada informalidad y opacos mecanismos de comercialización de las cosechas. Un esquema de recaudación que diferenciara alícuotas según volumen de producción o cantidad de hectáreas de la explotación se transformaría en un colador. Además, esa tarea pasaría a ser realizada por las grandes exportadoras de cereales, que son las que al final de la cadena pagan las retenciones al fisco. Esas compañías deberían ordenar los despachos discriminando según la dimensión del productor, para luego disponer el giro de los recursos a la Aduana. Ya se sabe que ese mecanismo no sería una vía confiable teniendo como antecedentes los actuales procesos de investigación de la AFIP sobre operaciones de triangulación, utilización de paraísos fiscales y elusión fiscal por parte de esas compañías.

En realidad, al margen de las consideraciones operativas y de la comunión de intereses entre productores de tamaños diversos, la indiferencia del sector a la medida de segmentación se encuentra en que muchos de los actores de esta actividad operan en negro. Para poder acceder a beneficios fiscales o ser parte de un cuadro fraccionado de retenciones se requiere cumplir con las obligaciones impositivas, previo a registrarse como contribuyente. No es el escenario más habitual en el negocio agropecuario, lo que explica la furia de los representantes del sector del campo privilegiado contra la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).

El menosprecio a la segmentación de retenciones de dirigentes que dicen representar a pequeños productores sojeros de la Pampa Húmeda tiene su origen en el extraordinario cambio de paradigma tecnoproductivo de la actividad agraria. Entre diversas mutaciones en la organización de la producción, uno que se destaca y que en general no tiene tanta consideración en los análisis del presente conflicto es el papel de los contratistas de servicios agrarios. Desde mediados de la década del noventa se ha producido un fenómeno creciente de tercerización de buena parte de las labores agrícolas pampeanas. El contratista de servicios realiza el trabajo cultural agrícola a cambio del pago de una tarifa (en pesos o en porcentaje de la producción) por hectárea trabajada (arar, sembrar, siembra directa, fumigar, cosechar). Se trata de una actividad conocida desde el siglo XIX, en la que se destacaban los contratistas de trilla, pero en los últimos años se ha expandido progresivamente hasta alcanzar un significativo nivel de generalización.

Eduardo Azcuy Ameguino, director del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, se pregunta: “¿Qué queda de la personalidad de productores directos de todas las capas de chacareros medios y pobres en la medida en que reemplacen el trabajo personal/familiar por la contratación de los diversos servicios agrícolas?”. En el documento que publicó en Realidad Económica 244, “El papel del contratismo de servicios de maquinaria en la caracterización socioeconómica de las pequeñas explotaciones agropecuarias”, se responde: ese proceso “puede alterar –y de hecho lo hace– muchos de los supuestos que se han utilizado hasta la actualidad para conceptualizar a los agentes económicos y construir tipologías sociales agrarias”. Azcuy Ameguino, en base al Censo Nacional Agropecuario 2002, calculó que en la zona privilegiada de Pergamino casi el 60 por ciento de la superficie agrícola es trabajada por contratistas, elevándose a un promedio del 80 por ciento para los pequeños productores de hasta 100 hectáreas. Se estima que en los años siguientes ese proceso se ha profundizado aún más.

Esos contratistas tiene variadas formas, pero la más usual es la de un productor que posee una parcela propia de tierra y un equipamiento muy superior a sus necesidades. También suelen disponer de mano de obra familiar en exceso. Entonces “venden” servicios de labores agrícolas y de cosecha. Sus clientes son explotaciones mayores a las que no conviene inmovilizar grandes sumas de capital fijo y mantener personal permanente y talleres de mantenimiento. Pero también atienden a pequeños productores sin la capitalización necesaria para mecanizarse y sin la superficie mínima que lo justifique. La expansión de la aplicación del paquete tecnológico siembra directa-semilla transgénica-glifosato, que requiere economías de escala para maximizar rentabilidad, impulsó el crecimiento del negocio de los contratistas. Se empezaron a crear empresas al efecto exclusivo de realizar dichas tareas, así como también grandes productores que buscan optimizar la utilización de sus maquinarias. Azcuy Ameguino explica que “de esta manera, también entre los contratistas existe una fuerte diferenciación social que va desde pequeños productores familiares hasta fuertes capitalistas agrarios”. Destaca que analistas del agronegocio remarcan que “lo singular de la Argentina y clave del éxito agrícola es el mercado de servicios agropecuarios que ofrecen los ‘sin tierra’, que hacen ‘chacring’ (servicios de cosecha, de pulverización, siembras, labores culturales)”. Y concluye que “no es posible continuar denominando como familiares o chacareras a aquellas explotaciones donde todas o la mayoría de las labores sean realizadas mediante la contratación, en este caso indirecta, de fuerza de trabajo ajena”.

Avanzar en la comprensión de la forma y organización de la producción agrícola, y de los agentes sociales que intervienen en ese proceso, permite un análisis político y económico más preciso acerca de la disputa que está marcando el sendero de desarrollo futuro del país. De esa manera se estaría en condiciones de eludir los lugares comunes que agradan a la tribuna de las buenas conciencias, como la idea de la segmentación de retenciones a los productores sojeros pampeanos. Si se superara la instancia de entendimiento de ese complejo ciclo económico, quedarían en evidencia las fuerzas en pugna y el inquietante destino que le depara a las mayorías el avance del poder emergente de la trama multinacional sojera.

azaiat@pagina12.com.ar

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lunes, 13 de abril de 2009

El mosquito no vino solo

Transcribimos un fragmento de un artículo de “El argentino”

Detrás del boom sojero...la miseria del dengue

Foto: Veinttitrés

Por Deborah Maniowicz


Hasta hace un mes, Charata brillaba como un diamante y se regocijaba con los beneficios de haber apostado al boom sojero en el momento justo. Gracias al oro verde, de 2004 a esta parte la ciudad abandonó su histórico monocultivo de algodón para sembrar soja. El progreso no tardó en hacerse ver: la ciudad se colmó de hoteles, canchas de golf, boliches, tiendas de electrodomésticos, locales de costosas maquinarias agropecuarias, un casino y hasta alguno que otro cabaret. Las casas de material precario dejaron lugar a lujosas mansiones, incluso en las zonas céntricas.


Pero no todo lo que brilla es oro. Pese al esplendor que impresiona a los visitantes, los habitantes de esta ciudad, Charata, a 300 kilómetros de Resistencia, no cuentan con agua potable, gas natural ni cloacas. Todas esas características, sumadas al rápido proceso de expansión desordenada, transformaron a la localidad chaqueña en el paraíso del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue.


Todos los días, los vecinos de Charata recorren las calles esquivando camionetas 4x4 y empresarios chacareros para llegar a un aljibe y buscar agua. En ese lugar se cría y reproduce el mosquito que luego saldrá a la caza. Y mal no le va. Durante el último mes, más de 1.200 personas visitaron de forma semanal la guardia del hospital Enrique V. de Llamas, el único de Charata, con los signos típicos de la enfermedad: fiebre, dolores de cabeza, musculares y erupción en todo el cuerpo.
Según el intendente Miguel Ángel Tejedor, el número de casos podría superar los once mil. En cambio, al cierre de esta edición –martes 7 de abril–, el gobierno de Chaco afirma que en toda la provincia hay 3.500 pacientes afectados, de los cuales el 42 por ciento proviene de Charata.


Con respecto al número de muertes, la cifra también hace agua: se estima que hasta el momento hay entre 4 y 7 víctimas fatales, pero nadie se anima a dar una información oficial. Veintitrés llamó a Sandra Mendoza, ministra de Salud de la provincia, para preguntarle sobre la cifra real y conocer el motivo por el cual en los últimos años no se implementaron políticas concretas para mejorar la calidad sanitaria de sus ciudadanos. Pero la respuesta de la ministra fue: “Sólo (el gobernador Jorge) Capitanich puede hablar”. Sin embargo ninguno de los asesores del gobernador respondió la pregunta, con un argumento igualmente ridículo (que el pedido debía hacerse vía e-mail, pero iba a tardar algunos días en ser contestado).


Puja de cifras aparte, lo cierto es que todos reconocen la necesidad de desarrollar políticas de salud concretas que ayuden a erradicar la enfermedad de una vez por todas.


Mientras los políticos locales miran para un costado, los vecinos de Charata viven una realidad indignante. La clase rica suele juntarse a almorzar en el lujoso Hotel Catange para luego jugar un partido de golf. Cerca de allí, medio centenar de familias en la extrema pobreza viven en un basural, muelen vidrios para vender y se alimentan de las sobras que encuentran. “A diecisiete cuadras del hospital se encuentra un gran basural al que asisten cientos de chicos para poder subsistir. Allí se mezclan moscas, roedores y humanos, futuros potenciales a padecer el dengue de manera letal: si bien cualquiera es susceptible de contagiarse, en las personas mal alimentadas la enfermedad puede tener un desarrollo distinto”, explicó el director del hospital, Rubén Hemadi.


“Más de la mitad de la población vive en la pobreza, y cerca del 17 por ciento se encuentra en la indigencia –dijo Rolando Núñez, titular de la organización humanitaria Centro Nelson Mandela–. La persona más rica de Charata gana 32 veces más que el más pobre, mientras que, a nivel nacional, el índice de desigualdad desciende a 28 veces.”  (…)

 

De yapa resulta que se confirmó esto:

Confirman toxicidad del químico usado en la soja

El fertilizante utilizado en las plantaciones de soja es altamente dañino para la salud. El fertilizante utilizado en las plantaciones de soja es altamente dañino para la salud.

Una investigación del Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA, perteneciente a la Facultad de Medicina, acaba de confirmar que el glifosato, el químico fundamental utilizado en la industria sojera, es altamente tóxico y provoca efectos devastadores en embriones.
Según un matutino, es la primera vez que una investigación científica de laboratorio corrobora lo que las comunidades indígenas y los movimientos campesinos denuncian desde hace una década.
El estudio, realizado con dosis hasta 1500 veces inferiores a las utilizadas en las fumigaciones sojeras, comprobó trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales.
Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión, sugiriendo la posibilidad de que se estén interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario”, subraya el trabajo, que también hace hincapié en la urgente necesidad de limitar el uso del agrotóxico e investigar sus consecuencias en el largo plazo.
El herbicida más utilizado a base de glifosato se comercializa bajo el nombre de Roundup, de la compañía Monsanto, líder mundial de los agronegocios.

 

Nos preguntamos porque estas noticias no son tapa ni de Clarín ni de son nota de TN

quetepasachico

lunes, 6 de abril de 2009

Al fin se supo

Crítica Campestre publicó hoy la noticia que era como “Crónica de una muerte anunciada”, Mondino renuncia para ser candidato, lejos de lo que hubiera debido ser en la función pública como Defensor del Pueblo, el susodicho, se alió a cuanto opositor encontró en su camino, y en los últimos tiempos se propuso a sí mismo y fue propuesto de mediador por la Mesa Entrance.  Mondino lo primero que te enseñan en la Facultad es que no se puede ser juez y parte, se te olvidó, carnal.

En La Nazion, Lulu, anticipaba el 13 de junio del 2008 que; “En el último mes del próximo año, 2009, deberá abandonar el cargo porque no tiene posibilidad de una segunda renovación.”, pero sin poder evitar hacer ostentación de su insidia, agrega “Vale subrayar lo que es obvio: Mondino no está en ese lugar por decisión del gobierno de los Kirchner ni nunca perteneció al círculo político gobernante.”, bueno, Mondino ya se está consiguiendo otro cargo público, un poco antes de que se le acabe el de la Defensoría. Ahora pica en punta como candidato de Schiaretti, que tal. Te das cuenta Mariano, no se puede creer en nadie, uno les habla con el corazón y le contestan con la billetera, como diría el viejo Pugliesse.

lunes, 30 de marzo de 2009

Después del fracaso del segundo paro

Seguimos pensando que son una banda de golpistas, pero la batalla de fondo es hoy por la nueva ley de radiodifusión, por eso desestabilizan y obtienen el apoyo de los medios de comunicación y la oposición petitera.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Explotación Rural, la que Mariano no ve

Otra vez los muchachos de la guerra guacha andan haciendo de las suyas de la mano de los buenos consejos de su representante bloggero, Mariano T.
El gordito De Angeli fue a tomar un banco, si lo hubiera hecho nuestro gordo D´Elía los medios estarían pidiéndo la pena de muerte, pero como es el gordo De Angeli que cada vez que lo arrestan muestra el pipo indecentemente, se callan...
De nuevo los autoconvocados apostados al borde de las rutas, con la mirada turbia de glifosato, amenazan al país, pero en silencio los cronistas asisten a sus bravatas.
Escasamente informan que su paro en esta oportunidad es bastante más que un fracaso, que su acto de Leones es un triste reflejo de la fuerza que mostraran en su lugar natural que es el zoológico.
Lejos de los análisis racionales que enmarcan su problemas en una crisis internacional, reclaman del gobierno medidas acordes con el esquema neoliberal en plena caída, viven en un mundo de sueños menemistas, de quimeras aliancistas dot.dos, en que el resto del país que siguió produciendo mientras ellos paraban por 100 días, debe bancarlos pese a que se negaron a ser solidarios en su época de abundancia brutal, demostrando las espaldas que tenían y que aún tienen, pese a su abundantes y lacrimógenos lamentos.
Insatisfechos como siempre salen de la reunión con el gobierno, una reunión a la que buscaron llegar acorralando al estado como es su costumbre golpista de sociedad rural, pero bueno no hay truco que dure 100 años, verdad...
A Leones le vamos a cambiar el nombre por Mininos, y a los de la Mesa En trance los vamos a mandar a terapia a ver si de una vez por todas pueden, bueno si es que alguna vez pueden superar sus frustraciones y su impotencia.



martes, 6 de enero de 2009

Quédense tranquilos van a poder veranear en Punta

Como no podía ser de otro modo la muchachada campestre aclaró que no van a cortar las rutas para no perjudicar a las empresas turísiticas. Es que imaginate estuvieron trabajando a full este año, tuvieron que acampar, asado y mate mediante, en las rutas los primeros meses del año que pasó...

Estamos todos locos los argentinos...
 
Cómo este año se van a perder las vacaciones. Desestabilizar, desabastecer si se puede, ahora, con las vacaciones no se jode... Me entiende...
No nos iremos a Cancún o la Isla Margarita, por la recesión espantosa que no nos permite producir sin subsidios, pero la vamos a pasar haciendo castillitos de arena que se parezcan a la rosada con Carrió y Morales en Punta.
 
Y vos, ¿a qué parador vas?
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El campo evalúa el plan de lucha que impulsará contra el Gobierno

Los dirigentes rurales debaten las acciones que llevarán a cabo en medio del creciente enojo con la administración de Cristina Kirchner; "vamos a analizar todas las posibilidades", dijo Biolcati; cuestionan las medidas oficiales

Las cuatro entidades que conforman la Comisión de Enlace agropecuaria están reunidas desde esta tarde para definir cómo continuará la protesta del sector contra el Gobierno, tras las medidas anunciadas por la presidenta Cristina Kirchner durante la última semana de 2008, focalizadas en una baja de retenciones para el trigo y el maíz (no así a la soja).

"Vamos a evaluar lo que está sucediendo y analizaremos todas las posibilidades. Queremos encauzar la protesta. Los anuncios de la presidenta [Cristina Kirchner] fueron una agresión al sector", dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, antes de ingresar a la sede de CRA.

Uno de los puntos que siempre dividió a los dirigentes rurales fueron los cortes de rutas, y aunque aseguró que "nada es descartable", Biolcati sostuvo que la Comisión no es partidaria de esa forma de protesta. "Volver a lucha no es necesariamente volver a las rutas", declaró el dirigente.

El ruralista confirmó que hasta el momento no hubo "ningún contacto con el Gobierno" y advirtió que "el estado de emergencia es en todo el país; la sequía y las medidas de Gobierno golpean al sector".

Y disparó: "El Gobierno nos tiene con la cabeza contra el piso. Tiene que cambiar la política".

Biolcati además aseguró que los cambios en el Gobierno no le preocupan. "[El titular de la AFIP Ricardo] Echegaray es capaz para cumplir lo que le mandan. [El secretario de Comercio Guillermo] Moreno y Echegaray son eficientes al Gobierno. Diferente es el caso de [la ministra de la Producción Débora] Giorgi. Parecía un cambio de actitud, pero ha sido más cartón pintado".

Los dirigentes de las cuatro entidades del campo, según publica hoy LA NACION, sostienen que los planes Maíz Plus y Trigo Plus y la construcción de cinco megaestablecimientos de engorde de ganado a corral no solucionarán la situación que enfrenta hoy en día el agro.

En este marco, desde las 15.30, Biolcati, Mario Llambías (presidente de Confederaciones Rurales Argentinas), Eduardo Buzzi (presidente de la Federación Agraria) y Alfredo De Angeli (presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos) buscan alternativas para evitar lanzar una nueva medida de fuerza antes de marzo próximo.

Sin cortes en Gualeguaychú. Anoche, la organización que lidera el ruralista entrerriano Alfredo De Angeli resolvió en asamblea no realizar cortes de ruta hasta ese mismo mes para solidarizarse con la actividad turística, aunque reconoció que existe en la provincia "un problema de sequía muy grande", motivo por el cual le pedirá al gobernador Sergio Uribarri que la declare zona de desastre.

De Angeli cuestionó anoche la aplicabilidad de las medidas impulsadas por la Presidenta para paliar la crisis en el sector. En este sentido, expresó que lo hizo "para que reaccionemos y nos pongamos a la gente en contra".

Por su parte, el ex titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, coincidió con el líder ruralista, y anticipó que "los reclamos van a seguir porque estamos peor que en el momento que comenzó el conflicto" [en marzo pasado]

Y agregó que los planes anunciados recientemente por Cristina Kirchner desconocen las necesidades del agro. "Es increíble que el Gobierno no esté tomando a este sector como el que apuntala y motoriza toda la economía, sobre todo en momentos como el de la crisis mundial actual".

viernes, 26 de diciembre de 2008

Mascaritas antes de carnaval

Con la cara pintada

Por Rubén Dri *

 
“Las medidas que anunciamos nunca les alcanzan”, exclamó Chepi, refiriéndose a la Mesa de Enlace, como si ésa fuese una novedad recién descubierta, cuando en realidad ésa es la historia desde que comenzó el lockout patronal. A cada concesión del Gobierno siempre hubo un nuevo avance patronal.

El nudo de la cuestión es que nunca el problema fue el de las retenciones en sí y menos todavía el de su segmentación, como cierto diputado “progresista” parece haber creído. De hecho, las concesiones hechas por el Gobierno durante el conflicto se asemejaban mucho a la susodicha segmentación. Todo fue rechazado de plano por la Mesa de Enlace, apoyada por el coro opositor formado por una verdadera arca de Noé.

Por suerte, el jefe de los Panzers del desabastecimiento, Eduardo Buzzi, dijo con claridad a quien quisiera escucharlo de qué se trataba y de qué se trata actualmente el denominado “conflicto del campo”, es decir, de “desgastar al Gobierno”, para lo cual se había “pintado la cara”. Eso recibe diferentes nombres, como “clima destituyente” o “golpe suave”. Claro está que, con el desgaste del Gobierno, el camino queda abierto para la desaparición de todas las retenciones, como sueña la inefable Carrió.

Las medidas que tomó el Gobierno no necesariamente son las mejores, pero no se puede dudar de que las bajas en las retenciones de trigo, maíz, frutas y verduras son medidas que favorecen la producción de elementos que son absolutamente necesarios para el consumo de la población. Se puede discutir sobre el alcance de esas medidas, pero lo que no se puede hacer es rechazarlas de plano como lo hace la denominada Mesa de Enlace.

Esta mesa hace algo más que rechazar las medidas. Directamente, afirma que “en lugar de estimularlo, desincentivan al productor, harto ya de ofensas y mentiras”. La mesa lucha para que se rebajen las retenciones, pero cuando éstas se rebajan, afirma que “desincentivan” al productor, agregando lo de “ofensas y mentiras” que no se especifican.

En la rebaja de retenciones no está contemplada la soja. Esta es, tal vez, la mejor medida que ha tomado el Gobierno, porque la sojización del campo es una de las peores pestes que azotan al país, y bajar las retenciones a ese producto es lo mismo que impulsarlo. El Gobierno, pese a sus errores anteriores al respecto, no puede impulsar la sojización que ya nos ha hecho tanto mal.

Las tropas de Alfredo De Angeli, las mismas que pintaron de negro el busto de Evita, recomenzaron con los cortes de ruta, la gimnasia que más les gusta. En De Angeli aparece con claridad una de las contradicciones de que está lleno el lockout patronal. Efectivamente, por una parte lidera la Asamblea de Gualeguaychú que se opone a la contaminación de la pastera Botnia, pero, por otra, contamina los campos de la zona con la soja. La muerte de los pájaros en esa zona no se debe a Botnia, sino a la soja.

La UCR, el PRO y la Coalición Cívica, heterogéneo agrupamiento de derecha, en sus incursiones de apoyo a las corporaciones agrarias, esperando de ello una buena acumulación de votos, han recurrido a la psicología para explicar las medidas que toma el Gobierno. “Son insuficientes y realizadas desde el rencor”, es su dictamen psico-político.

Lo que a esta altura del conflicto debe estar claro es que para las corporaciones agrarias, que se autodenominan “campo”, no hay solución por más medidas que se tomen a su favor, porque lo que se busca es el sometimiento no sólo del Gobierno, sino del Estado, Buzzi dixit.

* Profesor consulto de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).