Hoy escribe Pasquini en el Página Maniobras y nos parecía importante citar algunos párrafos esclarecedores:
"El paro de los transportistas que bloquearon las rutas principales del tránsito comercial y amenazaban con desabastecer supermercados, industrias, y hasta insumos hospitalarios, terminó por disuadir a los caciques rurales de que había llegado el momento de simular una tregua. (...) Es obvio, entonces, que se trata más bien de una simulación que de una franca disposición al diálogo y habrá que ver si el Gobierno está dispuesto a aceptar la maniobra."
Mientras se tiraban litros y litros de leche y se perdían otros alimentos en los cortes de ruta que esta vez hicieron los transportistas, pero que en realidad, provocaron las entidades del campo y sus reaccionarias bases, la Iglesia llamaba por primera vez durante este penoso lock out a cesar con la metodología, que lo único que ha producido son aumentos de precios y desabastecimiento, empobreciendo a los más pobres.
Los dueños de los campos, los agroexportadores que siguen cosechando la soja, y que la tienen lista para exportar, continúan acumulando riqueza, al borde de la ruta, tomando el poco sol que queda del invierno en sus 4 x 4.
Total, el mercado internacional los pone en un lugar de privilegio y la perspectiva es que ganen todavía más, a eso hay que sumar la crisis del petróleo que también acrecienta la gran demanda de cereales, por el tema de los biocombustibles.
Sigue Pasquini diciendo "Como lo demostró la conferencia internacional que convocó la FAO en Roma, los problemas de la producción y el comercio de alimentos rompieron todas las fronteras nacionales. Por lo pronto, la concentración es fenomenal: cinco empresas controlan en el mundo el 80 por ciento del mercado de cereales."
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